Las 6 peores cosas que puedes decirle a un chico

Las 6 peores cosas que puedes decirle a un chico

¿Insultar a su madre o gritar en la cama el nombre de tu ex? Sí, eso es malo.

Para evitar que inadvertidamente provoques este tipo de resentimiento en tu chico, hicimos una lista con las seis frases fatales más peligrosas, esas con las que puedes crear las cicatrices duraderas. Elimínalas de tu vocabulario y empieza ¡ya!

1) “Eres mejor que todos los idiotas con quienes he salido”

Tú estás completamente segura de que lo estás elogiando. Pero cuando un hombre escucha eso, se le dispara una alarma. “Eso es lo que diría una chica con una suerte terrible en sus relaciones”, dice Rachel Greenwald, especialista en bodas y autora de Why He Didn’t Call You Back (Porqué él no te llamó de vuelta). Y como los hombres son muy racionales, él pensará que lo único constante en esas relaciones eres tú... así que tú debes ser el problema.

Eso no es todo. También se dirá que si crees que todos tus ex eran idiotas, llegará el momento en que pienses que él tambien lo es. Lo que le da muy poca motivación para querer construir un vínculo serio y estable contigo.

¿Cómo le haces saber que la relación que tienes ahora es muy superior a todas las otras que has tenido? Muy sencillo. “No menciones a tus exnovios”, sugiere Greenwald. “La mayoría de los chicos no quieren que les hables de los otros hombres de tu vida, incluso (o sobre todo) si son unos idiotas”. En vez de eso, concéntrate en el presente diciendo algo como: “No he conocido a otro chico como tú. Estoy pasando un momento maravilloso contigo”. Así tu elogio resultará poderoso.

2) "¿Puedes pagarlo sin problema?”

Si está gastando el dinero que no tiene en equipos electrónicos de última, en un auto carísimo o en costosos regalos para ti (bueno, está bien un par de estos útimos), parece natural que le señales el error. Pero casi todos los hombres ponen una parte de su autoestima en sus finanzas, y criticar su habilidad para manejar su dinero, para él es lo mismo que llamarle fracasado. Es más, eso hace que te asocie con la menos sexy y menos deseable mujer en su vida: su mamá. “Cuando le transmitas por un tiempo esa actitud maternal de ‘yo sé lo que más te conviene’, empezará a tratarte como a su madre”, señala Jan Hoistad, autora de Romance Rehab (Rehabilitación del romance).

Si estás comprometida, casada o has comprado algo grande junto con él (una casa, un auto...), busca un momento neutral para traer a colación el tema del dinero; en otras palabras, no cuando estés echando chispas por los cinco nuevos juegos de video que acabas de descubrir en la tarjeta de crédito. Después siéntense juntos y hagan un presupuesto, tal vez con la ayuda de algún programa o website especializado.

Sin embargo, si sólo están saliendo juntos sin un compromiso serio, lo que él gaste en sus cosas no es, en rigor, un asunto tuyo. A no ser, por supuesto, que él trate de que tú lo mantengas. En ese caso, pregúntate, en primer lugar, por qué demonios sigues con él.

3) “Sí, vamos a llegar un poco tarde, Relájate”.

Casi nunca es buena idea hacer que los otros esperen por ti, pero eso no es lo que le molesta a él en este caso. El problema es que suena como si no te importaran sus preocupaciones. “Es como decirle que no tiene derecho a irritarse, lo que hace que piense que tú rechazas o ignoras sus sentimientos”, señala Greenwald. Es más, al sugerir que él es quien tiene el problema, estás provocando una discusión. ¿Cómo reaccionaste tú la última vez que algo te irritó, y él le restó importancia y te dijo que te calmaras, que no era para tanto?

Una mejor manera de lidiar con las cosas que a él lo molestan (ya sea que te retrases, que seas desordenada o que conduzcas muy lentamente en la línea rápida) es asegurarte de que él sabe que tú oyes lo que te está diciendo. Dile: “Lo siento. Ya sé lo importante que es para ti. Intentaré apurarme la próxima vez”. No sólo lo desarmarás, al menos lo suficiente para evitar una pelea, sino que le reafirmarás que sus sentimientos son importantes para ti. Y es menos probable que se ponga a la defensiva o que te guarde resentimiento.

4) “Le prometí que no diría nada, pero...”

“Para ti, compartir un secreto con un hombre es algo así como crear intimidad”, señala Kirschner. “Es un modo de dejarle saber que confías tanto en él, que estás dispuesta a darle una información delicada”. Pero él tal vez lo interprete como un chisme, algo que la mayoría de los hombres detesta.

Bueno, si incluye algo de sexo, quizás lo encuentre interesante. Pero aun así, le parecerá que sientes una especie de maliciosa alegría al traicionar la confianza de tu amiga. Ella te pidió que no lo repitieras, y ahora tú misma anuncias el hecho de que no se puede confiar en ti. Hasta en el caso de que él y tú, como muchas parejas, piensen que decirle algo a uno es lo mismo que decírselo al otro, tu frase envía el mensaje de que estás divulgando una cosaque te dijeron en confidencia. Y si le haces eso a tu amiga, ¿no se lo harías a él? El resultado puede ser una inclinación de parte de tu chico a ser menos abierto contigo en el futuro, sentimiento que con el tiempo puede destruir una relación.

Claro que hay algunos secretos que tienes que decirle a tu chico. Pero cuando lo hagas, empieza con un elogio para él. Decirle: “Sólo te cuento esto porque sé que puedes guardar un secreto”, le demuestra

que te preocupas por respetar los deseos de tu amiga, y a la vez lo haces sentir como parte del secreto, en lugar de un intruso.

5) “No seas tonto. No he hecho eso en siglos”

¿Cómo? ¿Sólo porque ahora tienes pareja no puedes bailar hasta la madrugada ni usar ese misterioso juguete sexual holandés, que piensas que puede ser ilegal? Sí, es natural que quieras evitar algunas de tus locuras de antes, ahora que estás en una relación seria. Pero decirle a tu novio que has dejado atrás algo para siempre, es básicamente como decirle: “Antes yo era muy divertida. Pero ese tiempo quedó atrás”. Entonces él se imaginará un futuro lleno de claras de huevo, posición misionera, noches en casa sentado frente a la televisión... y nada más.

Es posible que te haya visto haciendo locuras cuando te conoció... o al menos haya oído varias historias contadas por tus amigas. Si de pronto te conviertes en una chica casera, se preguntará por qué eras así de soltera, y pensará que hay algo en él que te domestica y te roba la pasión. “Muchos caen en lo que yo llamo pensamiento de lista”, anota Kirschner. “Creen que deben portarse según la etapa de la vida en que se encuentran. Hacer trastadas no es apropiado en una relación seria. Y esa mentalidad en blanco y negro (‘eso era entonces, esto es ahora’) crea los cimientos para una relación aburrida”.

Aunque prefieras quedarte en casa el viernes, tu hombre quiere pensar que eres una criatura de fiestas que ha elegido tomar las cosas con más calma. Un mejor modo de expresar tus deseos de “madurar” es hablar del presente sin mencionar el pasado. Habla con entusiasmo de la cena que planeas o de la exposición que te mueres por ver. Pero nunca olvides lo divertida que puede ser alguna locura ocasional.

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