Beso Singapur: Qué es, cómo funciona y los pasos para ser una experta

Beso Singapur: Qué es

Con esta técnica, además de volverlo loco en la cama, tu placer se potencializará al máximo. Toma nota para que tu próximo encuentro hot sea algo así como PER-FEC-TO.

Hay mil historias acerca de las inventoras del beso de Singapur. Lo han relacionado con las puri cadoras sexuales de oriente (en algunas visiones asiáticas, el contacto íntimo tiene un fin de purificación e iluminación practicado de modo ritual, así como una alegoría de la fertilidad). Y, claro, también se relaciona con las geishas, las devadasi y muchas otras maestras del erotismo.

Lo que sí es un hecho es que viene del oriente asiático, y que disciplinas como el Tao y el Tantra también puntualizan en el arte de manipular el pene a profundo placer a través de contracciones de los músculos vaginales y abdominales.

Pero esto no solo es para tu galán, ya que las sensaciones que vas a lograr que se transporten desde tus órganos sexuales al resto de tu cuerpo serán soooo great, que vas a querer hacerte un profesional del también llamado kabazzah o pompoir.

Pongamos vaginas a la obra en honor a esas ancestrales diosas de la erótica, y consigan días y noches de mucha pasión en pareja.

HORA DE LA TEORÍA

Lo primero que debes aprender es la base del gripping. Es importante que identifiques tú solita la movilidad de tu vagina y sus posibilidades de dar estímulo por sí misma. Podemos decir que existen tres movimientos base que todas podemos identificar:

APRETÓN

Contrae con tus músculos pélvicos. Identifícalos al orinar: una vez que comience a salir el líquido, trata de hacer pausas, esos son los músculos clave. Ya identificados, en otro momento (no cuando estés en el baño), ponte de pie y separa un poco las piernas, introduce una o dos falanges de uno o dos dedos a tu vagina y trata de apretarlos. Ahí verás qué tan poderosos son.

EXPULSIÓN

Justo lo contrario. Imagina que quieres sacar con tu vagina un tampón o copa menstrual. Es sencillamente pujar, sacando la barriga, sintiendo cómo se abre. Puedes constatarlo si pones un espejo delante de ti.

SUCCIÓN

Aquí comienza lo pro. Se trata de hacer el movimiento de apretón pero continuarlo imaginando que no solo presionas con la entrada de tu vagina, sino con el resto de sus porciones internas. Es decir, aprietas y sin soltar comienzas a sumir y contraer tu vientre bajo. Literal, hasta llegar a tu ombligo, sosteniendo.

Al soltar la contracción y expulsar, tu vientre sale y vuelve a sumirse cuando contraes. A esto se le llama tocar la flauta. Cuanto más practiques, lo podrás hacer de manera ininterrumpida y a ciertos ritmos. Poco a poco irás controlando y desarrollando lo que las taoistas llaman anillos vaginales.

TRAINING + TEST

Tu vagina es una cavidad virtual. O sea, siempre está cerrada, pero al insertar algún objeto, llámese su pene, sin importar el tamaño, se ajusta.

En algunos casos, como el de las mujeres que han tenido partos naturales, esa cavidad puede crecer, pero siempre recupera su tonicidad, si se ejercita.

Los tres movimientos del gripping son el entrenamiento perfecto. No son simples ejercicios de Kegel, van más allá porque no se trata solo de apretar y sostener: debes experimentar las tres fases y las puedes hacer hasta manejando camino al trabajo. ¡Sí, hasta en la que tienes que sumir la panza! Así que no hay pretexto, querida.

Ver también: 3 Tips para aplicar la técnica del compás en la cama

CÓMO VA MRS. V.

Aquí viene la prueba, comencemos solitas y lo más seguido posible. No solo en cuanto a frecuencia (si se puede diario, qué mejor), sino a ritmo. Puedes ponerle hasta una cancioncita mental para recordarlo y consiste en: Aprieto-sostengo-sumo-sumo-sumo-suelto-expulso… das un apretón con la entrada de tu vagina, sostén esa contracción y sume en tres pasos o tiempos comenzando por la parte del abdomen más cercana a tu pubis, luego la que sigue y termina sumiendo el ombligo. Después suelta y puja o expulsa sintiendo cómo abres la entrada de tu vagina.

Tómate tu tiempo para identificar cada movimiento, pero tampoco debe ser lentísimo ni quedarte 10 respiraciones en contracción. ¿Puedes repetir la secuencia varias veces? ¿Eres capaz de aumentar el ritmo, unas 20 veces por minuto al menos? ¡Estás lista para ir por él!

RESPIRA Y HAZ MAREA

La respiración es clave para ayudarte a no cansarte, para oxigenar los circuitos de información sensorial (vaya, sentir rico), conectar contigo y con él y hasta promover tus orgasmos.

Inhala desde tu garganta y con la boca cerrada, es decir, no con las fosas nasales; y hazlo mientras aprietas, sostienes y sumes. Cuando sueltes y expulses, exhala también con la boca cerrada como imitando el sonido del mar con tu garganta. Deja que salga todo el aire y vuelve a comenzar.

Este es uno de los secretos de este arte, y hay quien por la activación de la glándula pineal por medio de la respiración llega a estados elevadísimos y de conexión al combinar con las contracciones pélvicas.

LET’S PLAY THE FLUTE

Ahora sí, apliquemos el beso de Singapur. Elige una postura de control, de preferencia tú arriba. Trata de que tus rodillas estén cómodas. Relajate, que no es examen, es para ti, para él y para tus sensaciones.

Él no tiene que hacer na-da, na-dita. En especial al principio, ya que vas a medir las sensaciones que ya conoces, pero ahora siendo penetrada.

Aquí es importante que su pene llegue hasta el fondo y ahí te sientas cómoda y relajada. Si hay dolor o incomodidad ya empezamos mal, debes estar bien lubricada, excitada y lista (que esto del kabazzah no es cualquier cosa).

Haz varias cuentas de la secuencia, aprieto-sostengo-sumo-sumo-sumo-suelto-expulso… obvio, no será tan simple como cuando tu vagina estaba vacía, pero al tiempo te permitirá empezar a despertar más sensaciones placenteras.

Enfócate en sentir, verás que a diferencia a tus viejas penetraciones de entra-sale-entra-sale. Aquí hay un masaje real para ambos.

CONSEJO Es de muuucha ayuda si mueves la cadera, en especial cuando estás con él, permite llevar el ritmo y dar apretones más profundos.

El modo correcto es: una vez que diste el primer apretón y comienzas a sumir el abdomen cercano al pubis, echa un poco tu cadera hacia adelante y cucharea tu coxis, o sea, mete los glúteos, haciendo un hueco en tu abdomen sumido, y cuando sueltes y expulses saca tus pompis y arquea la espalda hacia atrás.

Al llevarlo a cabo con un ritmo constante parecerá que te encuentras bailando cadenciosa y orgásmicamente. Y lo mejor está pasando por dentro. Para ambos la sensación será inigulable.

LA PRO DEL SINGAPUR

La cosa no acaba ahí, y lo verás si aplicas el beso de Singapur de manera frecuente en tus rounds, al menos para cerrar con broche de oro. Btw!, dentro de la práctica hay una fase que aunque su nombre no es nada atractivo, deja muy claro de qué se trata: milking u ordeñar, en español.

Consiste en hacer que tu galán eyacule solo con los movimientos de tu Singapore Grip. Así, quieto, dejando todo en tus manos, bueno, en tu vagina. Por lo tanto, al menos procura aplicar cuando él esté cerca de su grand finale.

En cuanto comience el primer chorro eyaculatorio, sostén, sostén, sostén, suelta y expulsa cuando comience a descender su ritmo eyaculatorio, o sea, esté por finalizar la fase del orgasmo. Ni él se lo va a creer, pero lo llevarás al Nirvana. Ya tienes la teoría, así que ahora a ponerlo en práctica.

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