Chicos Cosmo describen algunos movimientos que los enloquecieron, ¿quieres intentarlos?
Una vez que están piel con piel, casi todo lo que hagas excita a tu hombre. Pero, ¿qué maniobra es digna del Salón de la Fama? Preguntamos y ellos nos compartieron ciertas técnicas, así como el porqué deberías considerarlas.
“Mi novia usa traje sastre en el trabajo. Un día llegó a casa, me arrastró a la recámara y se subió la falda. Que hiciera eso mientras se veía como una profesional fue realmente hot”. -Juan C.
“Una mujer con la que salía puso una buena cantidad de lubricante en sus manos y las colocó a ambos lados de mi pene. Pero en vez de agarrarlo, las mantuvo abiertas y las movió adelante y atrás como si estuviera calentando sus palmas, pero con mi ‘amigo’ en medio. La fricción que creó me llevó al límite”. -Gabriel V.
“Justo cuando estaba a punto de explotar, usó la base de su mano para presionar mis testículos contra mi cuerpo. Wow. Eso hizo que el orgasmo fuera más intenso”. -Christian A.
“Ella tomó el tronco de mi pene con una mano y colocó la otra ahuecada en la punta. Entonces suavemente comenzó a girarlas. Estaba duro como una roca cuando empezamos a tener sexo”. -Gustavo R.
“Ella estaba arriba, bajó la mano y comenzó a frotarse. Me sentí como si estuviera sentado en primera fila de una porno”. -Gerardo J.
“Mi novia tiene esta increíble táctica que saca de vez en cuando para ponerme al 100. Coloca las manos alrededor de mi pene y aprieta los dedos en un movimiento giratorio, como si estuviera ordeñando una vaca. La clave es usar mucha presión”. -Alberto J.
“Todavía recuerdo nuestro último aniversario porque ella quería hacer algo diferente: se recostó boca abajo y mantuvo las piernas cerradas. Para entrar tuve que empujar entre ellas. La resistencia y la fricción que se creó me excitaba cada vez más mientras la penetraba”. -Rodrigo M.
“Mi chica y yo tuvimos una cita genial. Cuando volvimos a casa no pudo esperar a llegar a la recámara, me arrancó la ropa y me lo hizo en el piso”. -Bricio Z.
“Inventamos una regla: nadie podía hacer un solo ruido. Verla tratando de contenerse realmente me animó". -Kay R.
“Mi novia y yo fuimos a visitar a sus padres. Mientras ellos estaban viendo una película, ella me llevó por las escaleras a su antigua recámara para tener un rapidín. Fue buenísimo”. -Pedro R.
“La chica con la que salía se acostó en la mesa, se untó chocolate en el pecho y me pidió que lo lamiera. Ha sido el postre más delicioso que jamás he probado”. -Jesús R.
“Justo en medio de la acción, ella se separó y comenzó a hacerme sexo oral. Saber que al haber estado dentro de ella tenía su sabor, me volvió loco”. -Alberto M.
“Todo el día ella me mandó mensajes e imágenes de qué es lo que quería que le hiciera esa noche. El deseo me estaba matando y en cuanto llegué a la casa le arranqué la ropa”. -Arturo Q.
“Justo cuando estaba a punto de llegar al orgasmo, se separó y cambió de posición. Eso me hizo durar más y, cuando finalmente exploté, lo sentí mejor que nunca”. -Mario E.
“En el misionero, justo antes del clímax, ella abrió totalmente sus piernas, así que fui capaz de penetrarla profundamente mientras terminaba”. -Darío P.
“A mi ex novia le encantaba tener sexo en el asiento trasero del auto. El espacio pequeño hacía que nuestros cuerpos se presionaran fuertemente. Mmm, realmente erótico”. -Andrés S.
“Durante el sexo oral, ella succionaba un testículo a la vez mientras sus manos trabajaban en mi pene. Realmente me impresionó descubrir que tuviera tantas habilidades”. -Felipe A.
“En lugar de hacerlo arriba y abajo cuando estaba sobre mí, ella hacía círculos amplios con su cadera. Se frotaba contra mi pene de tal manera, que nunca he vuelto a sentir eso durante el sexo”. -Marcos F.
“Estuve con una mujer que hacía el mejor sexo oral que jamás he experimentado: envolvía ambas manos alrededor de mi ‘amigo’ y suavemente las movía atrás y adelante mientras golpeaba la punta con su lengua muy rápido”. -Ricardo T.
“Mi prometida cortó un hoyo en su ropa interior y yo entré a través de él. El encaje creó una gran ficción contra mi pene”. -Iván R.
