Un grupo de científicos descubrió cómo puedes intensificar los efectos del clímax
Nos pusimos felices de pies a cabeza cuando nos enteramos de dos recientes y fascinantes estudios sobre el clímax.
En el primero, científicos de la Universidad Rutgers, en Nueva Jersey, usaron imágenes cerebrales para observar lo que sucedía en la mente femenina mientras se masturbaba; en el segundo, realizado en la Universidad de Groningen, en los Países Bajos, los investigadores observaron lo que le ocurre a una mujer cuando es estimulada por su pareja.
El primer experimento encontró una explosión de actividad en muchas áreas del cerebro -y a mayor actividad cerebral orgasmos más intensos-, incluida la corteza prefrontal, la parte responsable de la imaginación y fantasía.
En contraste, la segunda muestra descubrió que cuando una chica está con alguien, la corteza prefrontal se desconecta mientras se aproxima el orgasmo.
“Lo que esto nos dice es que el clímax que una mujer experimenta por sí misma puede ser distinto al que tiene con una pareja”, dice Barry Komisaruk, coautor de The Science of Orgasm e investigador principal en el estudio de la Universidad Rutgers.
“El experimento holandés utilizó una metodología diferente a la nuestra”, explica el experto, “por lo que no puedo decir de manera concluyente si un orgasmo es o no más intenso que el otro, pero es posible pensar que las fantasías durante el sexo duplican tu respuesta y derivan en una mayor actividad cerebral y, por tanto, un orgasmo más potente y satisfactorio”. Definitivamente no pierdes nada con intentarlo.
El poder de fantasear
Para aprender más acerca de cómo los pensamientos sucios pueden hacer más explosivos los orgasmos, hablamos con Ian Kerner, autor de She Comes First.
“Las fantasías juegan un rol enorme en la calidad de la vida sexual femenina”, dice Kerner, “pueden llevarla adonde necesita llegar cuando la estimulación física no es suiciente y, una vez que está ahí, son capaces de intensificar su placer”.
De hecho, los expertos sostienen que las chicas que regularmente evocan imágenes candentes antes o durante el sexo se encuentran sexualmente más satisfechas y son más orgásmicas que quienes nunca se preguntan qué pasaría si su fuerte y malvado entrenador del gimnasio les diera unas nalgadas por hacer trampa en la elíptica.
Algunos de los estudios de Komisaruk apoyan esta idea: en uno de ellos pidió a voluntarios imaginar que estaban siendo ligeramente golpeados en pies o manos.
Después, alguien estimuló a los participantes con golpecitos en esas partes del cuerpo. “Lo que encontramos fue que, cuando los voluntarios imaginaban que estaban siendo tocados, registraban una actividad cerebral mayor que cuando efectivamente eran estimulados”, asegura Komisaruk.
Así que imagina que estás siendo acariciada o poseída, al mismo tiempo que tú y tu chico tienen sexo; verás que tu cerebro responde, compensándote con un orgasmo supercargado.
Deja que tu mente vuele
Para encender tu imaginación puedes recurrir a dos escenarios sexuales. El primero es denominada vanilla fantasies, un término que usan los terapeutas sexuales y que se refiere a las fantasías sobre experiencias previas con tu chico.
El otro es “el extraño sexy”, un desconocido que te persigue... y te atrapa. Así, una vez que tengas en mente una trama sexy, échala a andar en cuanto estés haciéndolo con tu pareja.
“Puedes involucrarlo, contándole tu fantasía”, recomienda Kerner, “no tienes que actuar, simplemente habla y narra lo que estás imaginando para excitarlo y excitarte”.
Si no puedes fantasear por ti misma, pídele a él que comparta una de sus fantasías favoritas; en ocasiones, el hecho de escuchar aquello que lo prende te puede ayudar a sentirte más cómoda al momento de compartir tus más profundos y sucios pensamientos.
