El primer encuentro es importante, pero el siguiente es decisivo: lo que suceda va a definir si siguen en el juego o game over
La segunda cita es clave: si la pasan bien, probablemente haya una tercera, una cuarta y las que siguen. Pero si no es tan buena, difícilmente se den otro chance. No permitas que la ansiedad te domine. “Cuanto más cómoda estés, más natural y confiada vas a mostrarte”, asegura la psicóloga clínica Alicia López Blanco, autora del libro Mujeres al rescate de la fuerza interior. Pero no es lo único que debes tener en cuenta: si quieres engancharlo para siempre en el segundo encuentro, tienes que conocer algunas reglas de oro.
Te conviene ser astuta
Date a desear un poco. Si te llama y no te encuentra, no le respondas enseguida. Esto también se aplica para los mails y los SMS. El hecho de que te vea como una persona ocupada te hace más atractiva. Si te propone verse justo el día del cumpleaños de tu mejor amiga, por ejemplo, no se te ocurra aceptar y no des muchas explicaciones. La psicóloga Lilia Sapetti, experta en programación neurolingüística, asegura que está bien que él crea que te sobran las invitaciones.
Una vez que acuerden el encuentro, no dejes todo en manos del azar, elige tu el lugar. Para poder mantener una charla tranquila y sin interrupciones, el mejor plan es ir a tomar unos drinks . ¿Eres muy tímida? Proponle ir al cine, así vas a tener un tema de conversación cuando salgan de la sala. Por más que te encante ir a bailar, descarta el antro como escenario de una segunda cita. La música alta y la aglomeración de personas no suelen generar un clima propicio para conocerse.
Mejor no hablar de ciertas cosas
No intentes planificar la charla: deja que los temas aparezcan solos. “Si surgen cuestiones muy íntimas, está en ti profundizarlas o eludirlas”, dice la psicóloga Rosina Duarte, del Centro Clinicar.
No adoptes una pose, habla con él de la misma forma en la que lo haces con tus amigas. También es importante que no asumas la responsabilidad de la plática: él también debería abrirse y dejarse conocer. Conversen sobre cosas que los entusiasmen, como los hobbies, sus bandas de música preferidas o las series de TV que no se pierden.
Si en este segundo encuentro descubres que tú y él no tienen nada en común, no temas decir: "¿Nos vamos?”. También puede ser que la estés pasando bomba y que tengas ganas de quedarte con él toda la noche. Esta decisión sólo depende de ti.
Hasta aquí llegamos
¿Y si después de la segunda cita él no vuelve a dar señales de vida? No tienes que sentirlo como un fracaso. López Blanco dice que es importante aceptar que no puedes gustarle a todo el mundo: algunos te van a elegir y otros, no. Pero eso no significa que no vales lo suficiente. Simplemente, no hubo coincidencia.
¿Y si eres tú la que no quiere saber nada? Lo mejor es ser honesta contigo misma y, obviamente, con él. Si no te gustó, ¿para qué vas a seguir viéndolo? “Hay encuentros que no merecen repetirse. Lo importante es que no te quedes con un sentimiento negativo”, concluye Duarte.
Si quieres una tercera cita, evita estos errores:
*Asustarlo con tus expectativas. No menciones tu sueño de casarte de blanco o de ser mamá antes de cumplir los 25 (menos los nombres que elegiste para tus bebés).
*Hablarle todo el tiempo de tu ex. Preguntarle acerca de sus noviazgos anteriores tampoco es una buena estrategia.
*Contarle detalles íntimos de la vida de tus amigas o de personas que él no conoce. Va a considerarte poco confiable... ¡Y muy aburrida!
*Preguntarle qué tal fue su día laboral. ¿Realmente no se te ocurre otro tema de conversación?
*Escaparte al baño para twitear o escribir en tu muro del Facebook algo relativo a la cita. Piénsalo dos veces antes de postear que por fin encontraste al hombre de tus sueños.
