Un grupo de madres hablan sobre lo que es hacerlo de esta manera.
1. No, el pene no tocará al bebé.
«Mi esposo siempre se espantaba con la idea de que pudiera sentir la cabeza del bebé. No tengo ni la menor idea de qué tan grande se cree que es. Le dije que lo más probable es que sea mi cérvix lo que está tocando, pero no me cree».
2. Tu vagina puede ‘estornudar’.
«Mi vagina comenzó a estornudar cuando me vine. Llené a mi pareja de un tipo de moco».
3. Tus posiciones favoritas ahora son imposibles de hacer.
«Mi esposo y yo decidimos olvidarnos de la posición de misionero. Lo intentamos, y él terminó arriba de mi panza como una ballena encallada. Definitivamente nunca lo volveremos a hacer así».
4. Los orgasmos pueden no te dejarte la misma sensación que siempre.
«El sexo en las últimas etapas del embarazo me provocó unas contracciones horribles que duraron tres días y me dejó en el hospital para que examinaran que no estuviera en labor de parto».
5. Tu control de vejiga ya no será como antes.
«Me hice pipí en su cara después de que llegué al orgasmo por un oral. No fue un ‘squirt’: Literal fue pipí. Pobre hombre, pero estaba fuera de mi control y no lo pude evitar».
6. Te dan más ganas de masturbarte que antes.
«Definitivamente me sentía más caliente en mi segundo trimestre, y si no tenía sexo todos los días, me masturbaba».
7. De repente comienzas a soñar cosas más interesantes?
«Mi embarazo estuvo lleno de sueños eróticos -Me orgasmeaba bastante mientras dormía».
8. El sexo se hará más escandaloso.
«A mis 35 semanas de embarazo, hacerlo de doggy-style introducía mucho aire? y pues sonaba bastante».
9. Prepárate para las distracciones.
«Sucede algo muy extraño cuando ya vas a llegar al orgasmo y de repente tu bebé comienza a patear».
10. Espera lo inesperado.
«No es inusual que tus pezones comiencen a expulsar leche por si solos».
