Terminado el festín seguimos expresándonos sexualmente; algunos fuman, otros caen dormidos... ¿tú cómo reaccionas y qué significa?
Eternas románticas, juramos que, tras hacer el amor, el panorama debe ser ideal: Una reconfirmación de la intensidad del encuentro, del lazo creado.
Lo cierto es que nuestros instintos y conductas pueden generar una atmósfera de sinsabor, incluso preocupante. ¿Por qué si todo fue perfecto, o bueno, “normal”, pareciera que una vez que separaron sus cuerpos cada quién necesita una esquina de la cama?, ¿lo has sentido?
Él necesita “algo más”
Te preguntarás por qué, aunque sabes que te ama y no estás con el clásico tipo de una noche, cada vez que lanzan el último suspiro orgásmico, él casi desaparece. No lo tomes a pecho, hay razones neurofisiológicas.
Durante la actividad sexual todos segregamos un gran coctel químico. Sustancias como adrenalina, serotonina, testosterona, oxitocina, entre otras. Y ellos experimentan una mayor liberación de adrenalina y testosterona en periodos rápidos y cortos.
Una vez que eyaculan, tienen un bajón literal de sustancias, en especial de dopamina, y sienten necesidad de “cambiar la actividad”. Por ende, aunque 15 minutos atrás no había nada más atractivo que tus pechos, al darse esta baja, su cuerpo le pide que no haya más contacto o hasta que duerma un rato.
Lágrimas de ¿placer?
Aunque suene loco, algunas mujeres tienden a sentir tristeza, incluso ganas de llorar, aunque el encuentro sexual haya sido todo un éxito. A quienes les sucede, para variar, comienzan a escudriñar y analizar en busca de respuestas.
En los últimos años se ha comenzado a estudiar un fenómeno denominado hasta ahora “depresión postcoito”. El origen o causa es todavía una incógnita, pero varios estudios, entre ellos los de Robert Schweitzer, de la Facultad de Psicología del Queensland Institute of Technology, han descubierto que un tercio de las mujeres padece dicha sensación de tristeza, melancolía o irritabilidad después de tener relaciones sexuales.
Los expertos creen que quizás pudiera relacionarse con la química hormonal o desbalances de ciertas sustancias que se dan al llegar al clímax.
El cliché del cigarrito
Fumar después del sexo es tanto una conducta adquirida como una recompensa. Una adicción opera a través de nuestro sistema placer-recompensa.
Entonces, como después del sexo solemos “recompensarnos”, el adicto a la nicotina prende un cigarro, que, además, le generará un estímulo erótico, por lo que forma parte de su mapa de estímulos. Por esto, para un dependiente a la nicotina, fumar es parte de su rito postcoital.
Eyacula y se va
Si la ritualística común de él es darse prisa a salir de tu casa o del motel una vez que ha eyaculado, creo que no debemos decirte que el mensaje es claro: sólo va por el sexo. En especial si no busca convivir contigo, salvo sobre el colchón.
Si no estás interesada en una relación puramente sexual, es momento de buscar lo que mereces. ¿No lo crees?
Limpieza urgente
De acuerdo con un reciente estudio de la Australian Association of Sex Educators, las personas que tienden a asearse inmediatamente tras tener relaciones sexuales, y les provoca ansiedad no tener una ducha o lavabo a la mano, suelen percibir el sexo como un acto pecaminoso o sucio. Es decir: estos individuos necesitan “lavar” la culpa que les genera el acto.
Una manía sana
Con base en una encuesta de la Universidad de Columbia, 85 por ciento de las mujeres suele ir a orinar después de tener relaciones, aunque no tenga ganas; esto pudiera ser por un “instinto” de protección.
Durante la actividad sexual con penetración vaginal sin condón se pueden acumular bacterias y secreciones propias de los genitales en nuestra uretra y el orificio uretral pudo haberse irritado.
La única manera de permitir la salida por vías físicas de bacterias y sustancias que el pene introduce durante la penetración es orinando.
En conclusión
Así que ahora ya sabes que esas repentinas ganas de ir al baño, abrazarlo o mandarlo al otro extremo del colchón no son más que formas muy instintivas de seguirte comunicando con él y decirle qué necesitas.
¿Tú o tu chico tienen otro tipo de reacciones post-sexo?, ¡compártelas con nosotras!
