Se cree que las mujeres tienen orgasmos más profundos que los hombres.
Hay un montón de factores que influyen en qué tan satisfactoria es tu vida sexual. Y muchos de ellos están muy lejos de ser obvios. Por ejemplo, el tipo de trabajo que realizas puede desempeñar un papel esencial, así como las características individuales de tu anatomía. Pero tú puedes entrenarte para ser más orgásmica, robándoles estos tips a quienes parecen tener la mayor facilidad del mundo para lograr los orgasmos. Sí, hablamos de los hombres.
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Amplía tu superficie sexual
¿Por qué? Hay una simple razón por la que los hombres llegan al orgasmo más rápido y con más regularidad, comenta la experta Barbara Keesling. El pene es un órgano grande, por eso posee un área de superficie sensible mayor y más receptiva al placer. Entonces, ¿qué podemos hacer nosotras? “Las viejas teorías hablaban de un foco sensorial sexual, lo que quiere decir concentrarse en una sensación para intensificarla”, explica la Dra. Judy Kuriansky, terapeuta sexual y autora de The Complete Idiot’s Guide to Tantric Sex (Guía completa del idiota para el sexo tántrico). “Las nuevas teorías han ampliado ese concepto, y ahora se habla de un foco de vida sensorial. Esto significa que puedes programar tu cuerpo para que sea constantemente sensible a los estímulos que recibe, aun cuando no estés teniendo sexo”. ¿El resultado? Que todos tus sentidos (la vista, el gusto, el tacto...) se entrenan para permanecer superalertas, de modo que cada aspecto del sexo te excite más, haciendo que tu cuerpo entero se encuentre a la espera de un orgasmo.
Cómo reprogramarte. Para esto hace falta práctica, pero al final funciona. Durante la próxima semana, concéntrate lo más que puedas en cada sensación: en el sabor y la textura de una manzana, en la lluvia que cae sobre tu piel, en el canto de los pájaros... y aguzarás tus sentidos. Las células del cuerpo se reprogramarán y responderán con mayor fuerza ante cualquier estímulo, explica Kuriansky. Y la próxima vez que tengas sexo, sentirás que tu cuerpo entero está tan sensible como tu clítoris.
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Adora tu zona baja
¿Por qué? Los hombres se jactan de su miembro, como si “el pequeño gigante” que tienen entre las piernas fuera el que los mueve, y no al revés. Pero como resultado de esa excesiva concentración en su pene, se divierten más. Al concentrarte física y mentalmente en tu zona sur, le das más poder a tu “región o centro sexual”, y llegarás a alcanzar orgasmos más intensos con mayor facilidad. Según la práctica oriental, allí donde pones tu concentración, va tu energía. Esa es la razón por la que los hombres tienen suficiente energía sexual almacenada en su entrepierna para alimentar sus orgasmos. “La mayoría de las mujeres ignoran su región o centro sexual hasta que llegan al coito”, dice Kuriansky. “La energía que proporciará tu clímax, va hacia donde tú la enfoques: el estrés del trabajo, los quehaceres domésticos... todo esto drena tu región sexual y te hace menos orgásmica”.
Reprográmate. La buena noticia: esa energía no se ha perdido, sólo debes reencauzarla hacia tu centro sexual. “Concéntrate en tu vagina”, sugiere Kuriansky. “Haz cosas que dirijan tu atención hacia esa área: baila, contonea las caderas, ponte los panties despacito, sécate tras ducharte, concentrándote en la vagina y en la parte superior de los muslos. Puedes, incluso, copiar la manera en que caminan los chicos. El cuerpo responde al aprendizaje y a la práctica. Mientras más repetimos algo, más fácil se nos hace”.
¡Le funcionó! “Trabajo rodeada de hombres y debo ser fuerte para sobrevivir en ese ambiente. Durante años me consagré por completo al trabajo, y como resultado apenas tenía deseo sexual y llegaba al clímax sólo raras veces. Entonces me inscribí en unas clases de baile y yoga, que incluían muchos movimientos de caderas. Eso me ayudó a sintonizarme con mi cuerpo y a sentirme más sensual. Después de unas semanas, me sentía más sexy que nunca, tenía sexo hasta dos veces en la noche... ¡y lograba al orgasmo en todas!” -Josefina, 34 años, abogada
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Siempre piensa que te mereces el sexo
¿Por qué? ¿No te parece odioso que hasta los hombres menos atractivos del planeta se crean que los deseas? Bueno, si ansiaras más el orgasmo, pensarías más como ellos. “Muchas mujeres están culturalmente programadas para pensar que no se merecen el orgasmo”, dice la Dra. Debby Herbenick, creadora de http://www.mysexprofessor.com/. “El subconsciente les dice que son poco atractivas, gordas, incapaces de ser amadas, o cualquier cosa similar, y eso es lo que les viene a la mente en el momento del sexo; por tanto, se niegan el orgasmo”. Ellos, en cambio, tienen mucho menos equipaje emocional.
Reprográmate. “Prueba esta técnica sicológica para enseñar a tu cerebro a ser más masculino”, aconseja Kuriansky. “Primero, identifica los pensamientos negativos que te están saboteando el orgasmo. Segundo, sustitúyelos por otros que te hagan sentir sexy. Y, por último, elige una acción física, por ejemplo, darte una palmadita en la mano, para desviar tu atención del pensamiento negativo si regresara a tu mente durante el sexo”.
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Concéntrate en tu deseo de llegar al clímax
¿Por qué? Cuando el hombre se excita, su sangre fluye a los genitales, provocándole una presión fuerte y persistente en el pene. Esto, a su vez, hace que se concentre por completo en una meta: “Quiero llegar al orgasmo y nada puede detenerme”. Este aumento del flujo sanguíneo también está biológicamente programado en el cuerpo de la mujer, pero no con tanta potencia. or eso, aun cuando estamos al borde e llegar al orgasmo, podemos perderlo distraernos pensando en alguna area que tenemos pendiente.
Reprográmate. Quizás no estemos programadas” para experimentar una sensación física tan intensa que nos quite de la mente todo lo demás, pero podemos engañar al cuerpo. “Los orientales llaman chi a la energía vital que fluye alrededor del cuerpo”, explica Kuriansky. Y en su forma sexual, esa energía puede incrementar la frecuencia y potencia del orgasmo. “Usando técnicas de respiración tántricas puedes controlar y dirigir esa energía a cualquier parte del cuerpo, para intensificar las sensaciones”, añade la experta. “Durante la excitación sexual, respira por la nariz, imaginando cómo fluye el aire hacia el interior de tu cabeza, cómo baja por la nuca y tu columna vertebral hasta los genitales. Imagina la energía llenándote la vagina y contrae los músculos pélvicos, para enfocar allí tu atención. Entonces piensa: ?Me siento más orgásmica’. Y experimentarás ese aumento en la intensidad de inmediato y hasta una deliciosa sensación de cosquilleo desde la primera vez que lo intentes”.
¡Le funcionó! “Empecé a practicar tai chi y me di cuenta de que esos ejercicios con las manos y los brazos me provocaban una sensación pulsante; entonces empecé a preguntarme si funcionaría igual en otra zona de mi cuerpo. Requirió práctica, pero semanas más tarde, sentí las pulsaciones en el clítoris. La próxima vez que tuve sexo, logré un orgasmo enorme, como una explosión, y a los pocos minutos de comenzar el acto. Hasta mi chico lo sintió". -Cintia, 30 años, maestra de yoga
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Mantenlo simple
¿Por qué? “Las mujeres complican demasiado la masturbación”, señala Kuriansky. “Llenan la bañera para darse un baño y crear ambiente, encienden velas... y todo eso está bien, pero inconscientemente se programan para necesitar toda esa preparación antes de excitarse. Los hombres van al grano. Se bajan los pantalones, lo hacen y se ponen a ver TV, lo que los entrena para tener un orgasmo fácilmente”.
Reprográmate. “Pretende que eres hombre”, sugiere Kuriansky. “Llega a casa, quítate los panties, agarra tu vibrador y después haz la cena. Olvídate del ritual. El vibrador es mejor porque permite esa desconexión que el hombre tiene por naturaleza. La mano está conectada al cerebro y puede estimular emociones y pensamientos que a muchas chicas le bloquean el orgasmo. Es un buen modo de romper tu programación, porque aprendes que tú, y no un ritual en particular, determina cuándo y cómo llegar al clímax”.
¡Le funcionó! “Fue de casualidad. Me desperté con ganas de tener sexo, pero mi novio no estaba. Además, se me hizo tarde para ir al trabajo y decidí masturbarme al momento, lo más rápido que pude, sin mucha preparación. Después me levanté y me fui a la oficina. El orgasmo no fue tan intenso, pero llegué en dos minutos, cuando por lo general me toma 20. Para mí fue una revelación que pudiera lograrlo”. -Elena, 27 años, artista gráfica
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Excítate por cualquier cosa
¿Por qué? Los hombres sólo tienen que mirar una revista de chicas semidesnudas y prácticamente llegan al clímax. Debido a su alto nivel de testosterona, cualquier cosa los excita. Las mujeres no están programadas igual químicamente y deben recurrir a otros métodos. “Pero no limites tu potencial”, advierte Herbenick. “Si tuviste tu primer orgasmo con un vibrador, quizás su pene no logre llevarte al clímax porque tu cuerpo está entrenado para alcanzarlo con el vibrador. Sin embargo, si amplías tu repertorio, podrás llegar al clímax con cualquier estímulo”.
Reprográmate. Las mujeres tienen más posibilidades orgásmicas que los hombres y pueden llegar al clímax hasta estimulando áreas no sexuales. Estos estímulos pueden sustituir los viejos, pero ¡no descartes los que ya funcionan! “Hacerlo te presionaría, lo que significa que quizás no llegarás al clímax. Acaricia (o deja que él lo haga) distintas partes de tu cuerpo, fantasea con algo nuevo o pídele que te describa alguna situación muy hot. Así asociarás varias cosas con el orgasmo”. ¿Resultado? No sólo serás más orgásmica, sino que tu cuerpo se hará más sensible y lo lograrás con mayor facilidad. Ah, y ¡practica! Los músculos genitales son como los demás: mientras más los ejercites, más orgásmica serás.
