4 Tips para ayudar a una amiga cuando tiene un hábito autodestructivo

4 Tips para ayudar a una amiga cuando tiene un hábito autodestructivo

¿Has notado que bff tiene un comportamiento inusual? Podría estar en problemas, ¡aquí te decimos cómo ayudarla!

1. ?No puedes forzar a una amiga a conseguir apoyo?.
Dice el doctor J. Wesley Boyd, psiquiatra de Harvard Medical School. Tu misión es ayudarla a darse cuenta de que necesita ayuda.

2. ?Apégate a los hechos y evita juzgarla?.
Recomienda el doctor Boyd. Decir: ?Creo que tienes un problema?, sólo hará que niegue todo, mientras que: ?Bebiste hasta perder la conciencia las últimas tres noches?, es más difícil de negar. Enfatízate en su bienestar para recordarle que quieres ayudarla: ?Quiero asegurarme de que estarás bien en seis meses y sé que no me sentiré cómoda si no te lo digo?. Y por supuesto, debes sacar el tema cuando esté sobria. ?Mientras más tranquila esté tu amiga, más perceptible estará a escuchar lo que digas?, dice el experto.

3. No la cubras.
Si tu BFF tiene un tema con el alcohol, puede que te sientas tentada a ser su conductora designada o quieras ser amable cuando te pregunte: ?¿Ayer sí se me pasaron las copas??. No lo hagas. ?Estás reforzando su comportamiento, al hacerle todo más fácil?, asegura el Dr. Boyd.

4. Sugiérele qué debe hacer.
?Si eres bastante afortunada para hacerle ver sus issues y te dice que necesita ayuda, tiene muchas opciones?, afirma el especialista. Un grupo de Narcóticos Anónimos o Alcohólicos Anónimos es una buena elección. El único requisito es que quieran dejarlo y podrás asistir con ella. También puede consultar a su doctor de cabecera o acudir a un centro local de tratamientos.

Algunas chicas nos compartieron los problemas que han tenido, si notas que tu bff está pasando por algo similiar, ¡acércate a ella!

Kirsten: “Cuando tenía 14 años mi doctor me diagnosticó con trastorno por déficit de atención y me dio una prescripción para usar Adderall. Empecé a tomarla más o menos al comenzar a salir de fiesta con mis amigos. Este fue el inicio de la lucha de siete años contra mi adicción a este medicamento y al alcohol, que empeoró muchísimo más cuando entré a la universidad. Reprobé todas las materias de mi primer año, porque bebía demasiado, y tenía que recomenzar en un nuevo lugar. Bebía y tomaba pastillas todos los días, y ya nadie quería tenerme cerca. Fue horrible.”

Kimberly: “Kirsten y yo éramos roomies en un proyecto de intercambio durante nuestro segundo año. Teníamos personalidades similares y nos llevábamos muy bien, pero me di cuenta de que bebía mucho y parecía vivir al límite. Al final del programa, estaba muy preocupada por ella; ya eran demasiadas veces que la había visto perder el control.”

Kirsten: “Estaba consciente de que tenía un problema, pero no sabía qué hacer al respecto. Algunas de mis mejores amigas me sacaron de sus vidas, en vez de tratar de hablar conmigo, lo cual fue bastante doloroso. Y las personas con que salía de fiesta, bebían y usaban pastillas como yo, entonces no podía ver el cambio que tanto necesitaba.”

Kimberly: “Quería confrontar a Kirsten acerca de su adicción, pero tenía miedo de decir algo inadecuado. Así que sólo intenté estar ahí para ella y hablar acerca de sus metas, sueños y todo lo que quería lograr en la vida.”

Kirsten: “Cuando tenía 21, finalmente decidí que quería dejar el alcohol, así que fui a un programa en el centro de tratamientos Hazelden, en Plymouth, Minnesota. Kim me apoyó mucho y hasta me escribía cartas mientras estaba en mi tratamiento. Jamás me sentí juzgada y ahora cada vez que salimos, rara vez pide algo de beber para que no me sienta incómoda. Kim se preocupa por mí genuinamente, lo cual significa muchísimo para mí.”

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