Lo sentimos pero, el ‘home office’ no es lo que todos piensan...
1. Te puedes levantar diez minutos antes de empezar a trabajar, teniendo al menos dos horas más para dormir.
2. Tu roomie o tu novio te odian porque NUNCA te vas de la casa. Casi diario se van a trabajar y te ven en pj’s en el mismo lugar que cuando se fueron.
3. No hay camaradería ni compañerismo si toca trabajar hasta muy tarde. Sólo eres tú con tu compu, la tele y (a veces) algo de vino.
4. Como casi nunca estás en la oficina, ya no sabes ni cómo vestirte. Acabas considerando los jeans como algo fancy.
5. Nunca sales a comer aunque tengas más tiempo para tu lunch break. Siempre acabas comiendo sobras o pidiendo a domicilio.
6. Acabar tu jornada laboral se siente rarísimo. Tienes una mezcla rara entre querer salir a ver gente o volverte a meter a la cama. Tu percepción del mundo exterior se va distorsionando.
7. Acabas pasando días sin salir de tu casa, puedes pasar de lunes a jueves en los confines de tu hogar sin problemas.
8. Los drinks después del trabajo se te hacen una aventura mientras que para tus amigos con trabajos normales se les hace lo más natural.
9. Te sientes rara de no tener con quien platicar de tu trabajo ni discutir gossip de oficina.
10. Nadie toma tu trabajo en serio. Por más que les expliques que tu carrera, maestría y doctorado te hacen capaz para hacer lo que haces, te imaginan como una floja que trabaja tres horas efectivas al día.
11. Tu mamá no cree que trabajes. Punto. No importa que le jures que estás ocupada, te marca mínimo dos veces al día para preguntarte cosas sobre tu trabajo para comprobar que le estás mintiendo.
12. Pides a domicilio demasiado seguido. Ya conoces a los repartidores y hasta perdiste la vergüenza de que te vean en todos los outfits piyameros posibles. El de la pizza por cierto, se pone cada vez menos feo.
13. Te vuelves cada vez más floja. Antes ir al gym no era más que parte de tu rutina y ahora ya lo ves como un suplicio.
14. Has intentado todo lo que los expertos recomiendan para adaptar tu casa para el trabajo pero simplemente es puro bullshit. Eso de designar un ?espacio sagrado? con escritorio y una plantita para la buena vibra lo intentaste mil veces y siempre acabas en el sofá o en la cama.
