10 Lecciones de vida que aprendes como becario

10 Lecciones de vida que aprendes como becario

Este tipo de vivencias pueden ser útiles para el resto de tu vida, ¡aprovecha!

1. Tu trabajo básico es (generalmente) apreciado. Tu jefe es capaz de pasar más tiempo hablando con clientes, haciendo tratos o salvando al mundo por cada minuto que pasas consiguiendo café. No estamos diciendo que hay pocas Mirandas Priestly por ahí, es todo lo contrario porque hay muchísimas, pero la mayor parte de ellas aprecian el trabajo más básico.

2. Es una tontería quejarte del trabajo más pesado. Por supuesto que es pesado crear 12 hojas de cálculo en un día y buscar datos estadísticos, pero -¡enserio!- estás aprendiendo. Trabajar como becario es una gran manera de conocer en lo que consiste una puesto real, porque lo que estás haciendo ahora no es muy diferente de lo que tendrás que hacer en un año.

3. Tener seguimiento y mantener contacto es también importante -pero n lo hagas excesivamente. Continua colocándote ahí, aunque tu tiempo como becario termine. Enviar un simple correo de chequeo siempre es bueno porque le recordarás a tu jefe que existes y que en poco tiempo necesitarás un trabajo de tiempo completo. Lo único malo que puede pasar es que tu antiguo jefe se moleste.

4. Cuando des seguimiento no seas egoísta. “Hola Carla, sólo quería decirte que disfrute mucho mi empleo como becaria hace seis meses. Me voy a graduar pronto y sólo quería saludarte, eso es todo, ¡gracias!” NO. “Hola Carla, recientemente me encontré con un artículo que escribiste/vi esta cosa que me recordó a ti, etc, y quería saludarte y preguntarte ¿cómo va todo? En mi caso las cosas van muy bien porque...” SÍ, esto SÍ puedes hacerlo.

5. No te molestes si no recibes algún cumplido. Analizar de más la razón por la cual tu jefe no te felicitó después de los resultados estadísticos que obtuviste es algo fácil de hacer. Sin embrago, intenta recordar que estás ayudando de muchas maneras diferentes y que él/ella es una persona muy ocupada. Si esto no ayuda, recuerda que escucharás más reclamos (cuando te equivocas) que elogios.

6. Una buena actitud no pasa desapercibida. Los becarios felices y sonrientes hacen que el mundo gire de manera correcta.

7. Una actitud mala definitivamente no pasa desapercibida. Si asistes al trabajo con mala actitud e indisposición para hacer las cosas, no vas a tener una gran recomendación por parte de tu jefe. Vas a tener menos oportunidad de recibir una buena oferta de trabajo. Si realmente estás teniendo un mal día, intenta tomarte una caminata de cinco minutos o llama a tu mamá. Haz lo que tengas que hacer para cambiar tu actitud y no estar merodeando en tu escritorio.

8. Hacer muchas preguntas para aprender y hacer las cosas bien a la primera es algo inteligente. El 100% de las ocasiones los jefes prefieren que hagas todas las preguntas necesarias, antes de sumergirte completamente en un proyecto por mucho tiempo. De esa manera, es mucho más probable que lo hagas bien y con confianza, y que ahorrarás tiempo a largo plazo.

9. Preguntar cómo hacer tareas simples una y otra vez NO es algo inteligente. La pregunta puede ser contraproducente. Toma notas de todo, el tiempo es muy importante.

10. Hay una manera productiva de matar el tiempo. Leer artículos como “20 perros con las mejores manchas” no es una manera productiva de matar el tiempo. Hacer una investigación sobre la historia de tu empresa y sus competidores sí lo es. O ya sabes, también puedes preguntar si alguien necesita ayuda con algo. Es bueno acabar una tarea y preguntar si inicias otra.

También te puede gustar: