10 Hábitos que debes dejar en tus 30s

10 Hábitos que debes dejar en tus 30s

La tercera década no exige que te vuelvas aburrida, ¡sólo que te diviertas con más estilo!

1. PREOCUPARTE POR LO QUE PIENSEN LOS DEMÁS Necesitas aprender cuanto antes que la opinión de los demás no es tan importante. Nos pasamos el tiempo procurando demostrar lo que valemos a personas que en realidad no nos importan mucho, y es que las personas que nos quieren no requieren nada de eso. Al final del día, los que te rodean también tienen una vida y preocupaciones de las que hacerse cargo y no puedes basar tu felicidad en la opinión ajena. Así que es hora de concentrarte en ti y hacer lo necesario con el fin de obtener lo que tú deseas. 2. NO PERDONAR A lo largo de la vida, entiendes que aprender a perdonar es vital. Y no solo a los demás, sino también a ti misma. No centres tu energía pensando en lo que sucedió en el pasado, mejor pasa la página. En la década de los 30 te enfrentarás a situaciones graves que pueden afectar tu vida social y tus relaciones, y dejar ir aquello que te lastimó es la clave para una madurez sana. Abrazar esos malos recuerdos y resentimientos pueden tener impactos verdaderamente negativos en tu salud emocional, pero también en la física. Y es que conservar ese rencor te está haciendo más daño a ti que a ellos. 3. NO ASUMIR RESPONSABILIDADES Eres la reina de tus acciones y la única que cargará con sus consecuencias, así que deja de poner excusas y da el paso para ser una adulta responsable. Y es que si bien la mayoría de edad en muchos países llega a los 18 años, es en la década de los 30 cuando éstas adquieren más peso. ¿Lo fabuloso de tomar las riendas de tus actos? Sentir que comienzas a estar al mando de tu vida, eres el hacedor de tu propio destino y nadie más puede decirte qué hacer. Aplícala en todos los aspectos de la vida: relaciones, trabajo, espiritualidad... 4. DERROCHAR Aunque el presente es lo más importante, un día el futuro te alcanzará y no querrás estar desprotegida. Por ello, debes empezar a atesorar y gestionar tus bienes más preciados, y no solo hablamos de dinero, y es que el tiempo y la energía serán, cada vez más, factores a tener en cuenta en tu lucha personal. ¿Cuántos zapatos te has comprado y realmente has usado? ¿Cuántas mañanas has amanecido como zombi porque pasaste la noche con la computadora haciendo shopping online? ¿Cuántas crudas te podrías haber ahorrado si te hubieras limitado a uno o dos tequilas? Si hasta ahora has gastado cada peso que ganas sin ahorrar o has tenido malos hábitos de sueño, es momento de arreglarlo. Al hacerlo, notarás cómo poco a poco tu vida se vuelve más productiva. 5. LAS AMISTADES TO?XICAS Aléjate de las personas negativas que llenan tu cabeza de pensamientos nocivos y que no hacen más que chuparte la energía para luego dejarte vacía. Somos el reflejo de nuestras influencias y es vital aprender a rodearnos de la gente adecuada. En caso de que tus amigos no sean los más idóneos, no temas aceptarlo, no hay necesidad alguna por mantener relaciones o incluso trabajos que nos intoxiquen, aun sin darnos cuenta. Si realmente quieres alcanzar tu máximo potencial, debes rodearte de aquellos que actúen de soporte en los malos momentos y sean el impulso de los buenos, que te motiven a luchar por tus sueños y que trabajen igual de duro que tú por conseguir los suyos. 6. NO VALORAR LO VERDADERAMENTE IMPORTANTE Quizá durante tu juventud lo ignoraste todo por ver la televisión, o te la viviste básicamente pegada a tu smartphone y al final de tus 20 andas obsesionada con el trabajo. Tranquila, es parte del proceso evolutivo, pero ahora que has llegado a la edad adulta, es momento de centrarte en lo verdaderamente importante: tu vida y quiénes la conforman. ¿Cuántas personas crees que en su lecho de muerte se arrepintieron de no comprar más ropa? y ¿cuántas de no tomar más vacaciones, decir más te quiero o pasar más tiempo con sus hijos? Piénsalo. 7. NO ACEPTAR LAS SITUACIONES DIFI?CILES No te tomes los contratiempos menores tan en serio. Las cosas buenas y malas nos han pasado y pasarán a todos siempre, y fingir que no será así es tan deshonesto con nosotras mismas como flagelarnos con la pena que nos produce. El secreto está en aceptarla y aprender a lidiar con ella, ponernos de pie y seguir adelante. Solo así lograremos aprender de ellos para que no vuelvan a suceder. Al fin y al cabo, no hay nadie conspirando en tu contra para hacerte la vida imposible... más que tú misma. 8. POSPONERLO TODO Lo sabemos, a veces tenemos muchísima pereza, pero dejar todo para luego podría convertirse en una adicción terrible. Al fin y al cabo, lo que consigas será el fruto de tu dedicación. Por ejemplo, haber dedicado poco tiempo a la escuela con la esperanza de convencer a tu profesor que te pase podría haber funcionado antes, pero en la vida adulta continuar con este modo de resolver conflictos te causará problemas y mucho estrés. Además, hacer las tareas pendientes a primera hora del día es clave para sentirte liberada, y mucho más feliz por el resto del día. 9. MENTIR Ya sea piadosa o compulsivamente debes dejar de decir mentiras. Sabemos que no es algo de lo que estés orgullosa, pero se ha vuelto un recurso fácil para no hacer daño a quienes amas o para lograr un objetivo concreto. Tanto que ahora es algo natural para ti: mientes sin motivo, incluso después de prometerte que no lo harás más. Pero ya no tienes cinco años y este hábito podría destruir todas tus relaciones, incluso a nivel profesional, y es que al final los engaños siempre salen a la luz. Arréglalo antes de que te destruya. 10. DESCUIDAR TU SALUD ¿Acaso sabes por que? odias tanto tener que usar crema solar o te da flojera preparar tu propia comida? Porque nunca te has concentrado en ello, así de simple. Cuando comiences a atenderte a ti misma descubrirás que te sientes de maravilla. Al fin y al cabo no hay mejor inversión de futuro que mantenernos saludables. Dejar de lado malos hábitos de la juventud, como beber sin control o comprar comida chatarra, es señal de madurez. Además, te aseguramos que las resacas pueden ser horribles pasados los 30, tanto que la idea de salir a beber toda la noche acabará por resultarte horrible. El secreto: el equilibrio.

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